Tras el paso histórico de numerosos pueblos, la ciudad cuenta con un variado patrimonio arquitectónico y arqueológico. Los principales monumentos están situados en el monte Gibralfaro y sus inmediaciones. De la Málaga musulmana se conserva el castillo que corona el monte, construido durante el siglo XIV por Yusuf I de Granada sobre un antiguo recinto fenicio que también contenía un faro que da nombre al cerro (Jbel-Faro, o monte del faro). A los pies de Gibralfaro se encuentra la Alcazaba, palacio-fortaleza nazarí del siglo XI, y en la falda norte de la ladera de la Alcazaba, el teatro romano, edificado a comienzos del siglo I en la época del emperador Augusto.
PARQUES Y JARDINES
El Parque de Málaga, conocido simplemente como el Parque, es un jardín botánico subtropical paralelo al puerto, formado en terrenos ganados al mar, entre la Plaza de la Marina, al oeste, y el neogótico Hospital Noble y la neomudéjar Plaza de Toros de la Malagueta, al este. Se trata de una avenida de casi un kilómetro de longitud, jalonada con pequeñas estancias, paseos y estatuas, que se inició en 1896. Contiene ejemplares vegetales procedentes de los cinco continentes y adaptados de manera natural a Málaga, constituyendo una rareza botánica en Europa. El parque se encuentra flanqueado por edificios monumentales, como la Casa Consistorial, la sede del Banco de España, el neomudéjar Rectorado de la Universidad, la antigua Casa del Jardinero Mayor y el Palacio de la Aduana, palacio neoclásico del siglo XVIII sede del Museo de Bellas Artes, que destaca por sus muros almohadillados y por las palmeras que flanquean su fachada principal. Junto a este parque se sitúan otros dos jardines históricos: los geométricos Jardines de Pedro Luis Alonso y los aterrazados Jardines de Puerta Oscura, que descienden por la ladera sur de Gibralfaro.
Muy cerca, el Palmeral de las Sorpresas propone un paseo flanqueado por una singular pérgola en un jardín integrado por palmeras, arbustos, plantas y fuentes minimalistas, junto a la lámina de agua del muelle 2 del recinto portuario de la ciudad.
El patrimonio botánico lo completan el Jardín Botánico de la Universidad de Málaga y cuatro jardines históricos situados en el extrarradio que antiguamente formaban parte de villas burguesas y que en la actualidad están abiertos al público. En el extremo norte se encuentran el Jardín Botánico La Concepción y los Jardines de la Finca San José y en el suroeste, el Jardín histórico el Retiro y el Jardín histórico la Cónsula.
CENTRO HISTORICO
La Alameda Principal, principal arteria del centro histórico, es un paseo flanqueado por varios ficus bicentenarios, primer gran paseo de los burgueses malagueños. Se configura durante el siglo XVIII. Posee varios puntos de interés como la taberna Antigua Casa del Guardia, establecimiento con siglo y medio de historia donde se sirven los típicos vinos malagueños, el edificio Edipsa o la casa donde se alojó durante su estancia en la ciudad el escritor danés Hans Christian Andersen, quien tiene una estatua dedicada.
La calle Marqués de Larios, legado de la planificación urbanística de la ciudad decimonónica, es una vía abierta en 1891 con la idea de comunicar la Plaza Mayor (hoy Plaza de la Constitución) con el Puerto de Málaga. Flanqueada por una serie de edificios de estilo inspirado en la Escuela de Chicago, es un ejemplo único en Andalucía y donde tienen lugar casi todos los grandes acontecimientos de la ciudad.
La ciudad es también conocida por ser el lugar de nacimiento del famoso pintor Pablo Ruiz Picasso y cuenta con dos espacios dedicados al artista en el centro histórico: la Casa Natal de Picasso, situada en la Plaza de la Merced, que alberga la fundación del mismo nombre y donde se conservan objetos de su infancia, y uno de los tres museos de mayor importancia sobre el artista, el Museo Picasso Málaga. Además, en el centro histórico y sus alrededores están ubicadas algunas de las más notorias fuentes de Málaga así como esculturas modernas, como Points of view.
Entre la Plaza de la Merced y la Plaza de la Aduana se encuentra la calle Alcazabilla. Un recorrido por esta calle es un viaje por los últimos 2.000 años de la historia de la ciudad, ya que concentra en sus 250 metros el neoclásico Palacio de la Aduana, el acceso a la Alcazaba, el Teatro Romano que se puede contemplar en su totalidad desde un balcón mirador, parte de la Judería de la ciudad y el jardín arbolado de la trasera del Museo Picasso, en el renacentista Palacio de los Condes de Buenavista.
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